Apuesto que puede ponerse peor
- La Maca Ve
- 29 mar 2019
- 4 Min. de lectura
Me resulta muy peculiar el sistema educativo en Chile, el día lunes un profesor a mis cuarenta y tantos años casi me hizo llorar (estoy hablando literalmente). ¿Porqué se debe enseñar bajo la ley del terror? Me pregunto yo. Contextualizo la situación, alumnos y profesores tenemos un espacio en el portal del instituto, donde los profesores suben las materias, trabajos y ensayos, nosotros como alumnos bajamos ese material de estudio, lo analizamos y en mi caso complemento los apuntes, las grabaciones y este material. Estás semanas han sido de ensayo y error en el portal así que personalmente en mi página no aparecía inscrita en una materia la cuál tuve con dos profesores diferentes, con metodologías opuestas pero con la misma malla curricular. El caso es que toca laboratorio y la formación de grupos, para una prueba sorpresa con materia, que yo no tenía y que no sabía nada de nada así que se lo hice saber al profesor de la siguiente manera:
- ¡Profe!; Tengo un problema, la materia que está evaluando no la tengo en el portal, no me aparece. - No es problema mío... -... - Tiene compañeros, búsquela, pídale a sus compañeros... - Pero... (Aparecen los primeros atisbos de mi poca tolerancia a la frustración y las lágrimas amenazan con salir disparadas de los ojos). - ...Usted no puede llegar el día de la prueba diciéndome eso. -...
Mi silencio fue evidente y quedé pasmada me pase todo el fin de semana estudiando, repasando y anotando auto preguntas para aprender la materia. Y este señor me trata como si fuera la mujer más floja y tonta del mundo. Claro está que cada cual se siente como quiere sentirse, sobre todo con las experiencias previas. Cuando pequeña sufrí bullying desde una profesora (fue la única y este fue abierto y sin tapujos). La mayoría de losos o que he tenido en mi vida ha dejadouna huella imborrable de aprendizaje, entrega, altruismo y vocación, a tal punto que mucha veces quise ser maestra, pero las circunstancias de la vida me lo impidieron...(eso es para otra historia). En mi cabeza pasaron muchas cosas está semana, me sentí sola, remando en una balsa de tablas en medio de un océano tempestuoso, estuve pensando hasta rendirme y mandar todo a la misma mierda... Pero no, no soy así, me sone los mocos después de haber llorado con rabia y me dije "No le voy a dar en el gusto a nadie que me quiera ver derrotada... No me voy, no le daré en el gusto, estoy trabajando por lo que yo quiero y lo voy a conseguir, aunque tenga que estar despierta veinticinco horas seguidas" He estado pensando porqué la educación se imparte desde el terror, desde el miedo. Tal vez quien tiene la culpa es Bernardo O'Higgins quien con su flor de declaración hizo un decreto universal que ha pesado desde el año de la pera, "La letra con sangre entra" es terrorismo en su estado más puro y natural. Sí la educación fuera enfocada desde la mirada de la cooperatividad, asociativa, dando énfasis en la empatía, el respeto al pensamiento sin imposición, la sociedad sería otra, las guerras no serían necesarias y podríamos crear y crecer como especie humana. Pero es más fácil educar desde la competitividad, el egoísmo y el miedo. Me dijo el kinesiólogo de mi trabajo, cuando le conté está situación, que no me desgastara tratando de cambiar algo que está tan enquistado en la sociedad, y yo le rebatia y rebatia... ¡Que no! que con uno que comience a pensar diferente, se podría hacer fuerza. El me contrariaba diciéndome que en el colegio es así, la universidad, el instituto, esto es algo tan arraigado en el sistema que no se puede cambiar. También me dijo algo que me dejó pensando ¿Realmente quiere desgastarse con eso? ¿Gastando energía que puede usar para estudiar? ... Me sentí trastocada con esta tremenda paradoja. En año nuevo un amigo me envió un gif al móvil que decía "Cambiar al mundo no es caridad, es Justicia". Y se vino a mi mente mis sueños, mis anhelos, por lo que ahora estoy estudiando y trabajando, por todo lo que quiero hacer... Pero no aquí, donde vivo.
Me siento en una disyuntiva y no sé en que enfocar mi puntero láser, por un lado quisiera que otros se unieran a mi pensamiento y pudiéramos hacer un cambio en el sistema educativo, por otro lado siento qué no tengo los recursos emocionales y cronológicos para ello. Sé y tengo claro que "El querer es poderoso", pero desde la ignorancia mi lucha sería ineficaz, siento que sería como hacer líneas en el agua, no tiene una justificación duradera. Me siento más muerta que viva, ya me está costando escribír y mis emociones están adormecidas, las palabras salen entumecidas de mi boca y mis ojos se cierran sólos. ¿Tendrá alguna trascendencia todo por lo que estoy luchando? ¿Servirá de algo? ¿Podré cumplir mis sueños? Todas las interrogantes que se me cruzan por la cabeza, mientras debato en lo ético y lo correcto ¿Qué es correcto o ético? Solo el tiempo se encargará de mostrar el camino que debo cumplir.

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