Clarividencia

Me he rendido y en paz conmigo reconstruyó pieza por pieza, lo que queda de mí alma.

Sea lo fue o sea lo que será todo estuvo en mi mente, tierra fértil que sembré sin orden, sin pulcritud, creando campos enmarañados de frutos diversos, cosecha inútil en tiempos escasos... Un caos dentro de una caja de zapatos.

Ya cruce el bosque y en la zona más oscura, desafíe miedos que no me dejaron indiferente, enfrentandome con la peor bestia que existe, mi ego.

Lacerada mi piel sangrando en carne viva, renuncie a ese huracán de emociones contenidas en el cual me había sumergido.

Sacudida, maltratada, juzgada y resentida, ya de pie en el horizonte vislumbró un nuevo amanecer, con cálidos rayos de sol, que serenamente cubren mis heridas cicatrizadas.

Entonare dichosa ese canto de alegría que surge después de agotadoras batallas, tocaré el tambor que me recuerda los latidos de mí corazón vivo y alegre, danzare agradecida por las marcas en mi cuerpo y feliz comenzar a escribir una nueva historia, con la perspectiva del ahora. Vendrán nuevas luchas que esperaré con disciplina, preparada para el momento, con un poco más de sabiduría en mis ojos.