La luz divina o el illuminati que llevó dentro
- La Maca Ve

- 12 jun 2020
- 2 Min. de lectura
La gran mayoría de las personas cree que el camino a la espiritualidad, serenidad o auto descubrimiento es fácil, que leer libros de autoayuda, asistir a talleres, hacer ejercicios de meditación, son cosas que deberían marcar el cambio inmediatamente; que todo eso suma un ser humano iluminado por la divinidad y el cambio es "Larari Larala" instantáneo. Pues déjeme decirle que está en un completo error. El cambio de pensamientos es posible y es bueno trabajar diariamente en todo lo que como personas creemos que es necesario trabajar. Para ello hay que reconocer a los monstruos que habitan en nosotros, saber identificar nuestras sombras, integrarlas y hacer de ellas en nosotros un todo. Conforme a lo antes dicho, tengo malas noticias... Las personas que buscamos reconocer y validar nuestros aspectos negativos también nos enojamos y podemos tener un día, no de furia, sino de frustración, también tenemos sentimientos negativos, la diferencia es que lo reconocemos y tomamos un paso al costado para no herir a nadie, ni que ese estado de negatividad alcance a alguien como esquirla de bomba, así también tratamos de que no nos afecten situaciones, pero no somos de hierro y este es un aprendizaje constante, diario en el ensayo y error. El ser humano es perfecto en su estructura funcional anatómica, el corazón bombea sangre y los pulmones inhalan oxígeno, todo esto es una maravilla de funcionamiento, a no ser que se nazca o generé alguna patología asociada, el cuerpo bien cuidado debiera ser un almacén del alma por un tiempo bastante largo. Diferente es la psiquis, está se moldea dependiendo de las experiencias de vida, la falta o exceso de atención, amor y un sin fin de temas en la infancia. Cuando decidimos tener un cambio de pensamiento porque la vida nos da una patada en el trasero se abre un camino nuevo de aprendizaje, muchas veces no exento de prejuicio, sorna, escepticismo e incredulidad. A pesar de ello se sigue adelante con el propósito de cambiar, no por "el otro" sino por el simple hecho de querer mejorar, simple ¿No es así?. El primer paso para un cambio de mentalidad es volverse reflexivo, es reconocer los errores cometidos y preguntarse ¿Porqué? ¿Qué patrón estoy siguiendo? ¿Qué gatilla mi caída? Volver al origen y estudiar minuciosamente ese aspecto que me lleva al tropiezo. No todo el mundo puede hacerlo, el estudiarse implica conocerse y no es agradable encontrarse con sombras oscuras, nadie quiere encontrarse con lo miserable de su existencia, es una lucha con el ego feroz, la razón es astuta y hará que el corazón quedé confinado entre muros para que no pueda adquirir sabiduría, con esto quiero decir que el peor enemigo que se nos cruza por delante somos nosotros mismos. Miro hacia atrás y me preguntó ¿Cuántas veces me he reinventado? ¿He creído? ¿Crecido?, No lo sé, la vida es un aprendizaje constante. Agradezco donde estoy, se requiere conciencia presente para retroceder mientras se avanza. Emocionada hacia dónde voy segura, decidida por el impulso que el retroceso obsequiare, mejorando la visión y percepción, el foco donde se coloca el objetivo queda a la luz, siendo más claro y fácil caminar confiando que todo irá bien... Hay que sanar para avanzar y alcanzar los sueños.




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