Oscuridad

Todas las células vivas nacen, se transforman, deforman, agrandan, empequeñecen, envejecen creando la materia, y el tiempo es la única escala de medida con la cuál podemos medir esta. Nos enseñaron que uno más uno es dos, sin embargo, solo es una escala finita para darle razón a algo más grande de lo que no se puede medir.

El tiempo es infinito, cíclico, espacial y toda la materia esta destinada a su transformación a través de éste, nada muere, todo evoluciona hacia algo más perpetuando la vida ¿Porqué entonces el hombre ha de ver la muerte como el término de algo? Porque no comprende aún que es energía, nos han hecho creer que somos solo sacos de huesos, carne y fluidos listos para la culminación de un ciclo, pero eso no es así, en la unidad más ínfima de nuestro habitáculo terrenal se esconde energía pura que vibra en movimiento ondulante, fluctuante, circundante atrayendo a nosotros lo que esa energía en su lenguaje transmite.

Podemos extinguirnos, concluir el ciclo vital, más la vida seguirá abriéndose paso a través del tiempo, y a pesar de esto, nuestra energía sufrirá variaciones fusionandose con aquello en lo que encuentre resonancia, y es por ésto la importancia de la energía más poderosa del universo: el amor, sin medida, inocente y sin maldad, a eso debiéramos aspirar alcanzar.