¿Quieres ser mi novi@?

¿Estarías con alguién que fuera como tú?

Es una pregunta bastante simple, sin embargo se plantean bajo ella hipótesis con respecto al ego y autoestima; por un lado alguien dice: sin dudarlo, por otro dice: lo siento creo que no.

De pronto suceda algo y comienzas a despertar, como si de un sueño se tratara, entras en un trance y por mas ciego que estes comienzas a observar ese bendito momento en que sumar tiempo no es sumar amor, que ambos se extinguen en el pasar de los años cuando no son alimentados y por más que te esfuerces, por más que trates, por más que trabajes en un relación, sin cambios verdaderos, no hay rumbo fijo.

Ese puto "no eres tú soy yo" se transforma en una excusa tonta, en una disculpa de etiqueta para no hacer sentir mal al otro, ¿para qué? Si es el otro el que no esta haciendo la pega que le corresponde, ¿por qué debo disculparme por hacer mi trabajo? ¿por crecer? ¿por expandirme?, nunca hay que disculparse por tratar de aprender y mejorar.

Recuerdo hace un par de años atras me plantee el estar sola, y recuerdo que me sentí a la deriva, sin saber, sin ver mas allá, ciega, con miedo.

Ahora lo veo claro, veo que no tengo que esperar nada, ni tampoco tengo que soportar cosas, el amor es cosa de dos, no de uno, no a medias.

Quiero estar sola y en esa soledad invitar a alguien que sume, que sea jovial, donde ambos podamos rejuvenecernos y acompañarnos hasta el final. Para amarguras está el té de jengibre que ayuda a los procesos estomacales. Para la vida, no quiero a nadie que no cumpla mis expectativas, puesto que ofrezco mas de lo que solicito, lo que no es poco.

Por el momento tengo muy claro lo que no quiero y trabajo en ello.