Simplemente.

Tengo una visión diferente a lo común a veces me tachan de mala, loca, egoísta y ligera. Tengo clara mi sexualidad, amo con pasión y locura desbordante, no tengo tabúes ni tampoco entiendo de prejuicios entre cuatro paredes y dos personas, el amor se demuestra de forma táctil y degustable. Según el normal de la gente... Soy puta. Adoro a mis hijos, los crié como pude con las pocas herramientas emocionales que poseía en ese momento, son el testimonio vivo que queda de mí en esta tierra, les entregué valores y principios tales como el respeto hacia el prójimo, la honestidad en todas sus formas, la integridad como seres humanos, justicia y solidaridad con el que sufre. No son perfectos y lejos están de serlo porque en definitiva la experiencia en el correr de los años es la que les formará el carácter. Así que les hice entrega de todo lo bueno (y también malo) de mí. Muchas veces no supe ser paciente y fui exigente hasta el extremo. Dios sabe que hice y hago lo mejor para ellos, pero cuando decidí buscar nuevos horizontes para mejorar sus condiciones y habilidades para el normal de las personas... Soy mala madre. Me gusta pensar aunque no sé note mucho, soy transparente en mi pensamiento, no conozco los filtros ni tampoco los códigos para decir las cosas que pienso, trato siempre de ser posible no ser hiriente. Es difícil encontrar personas que entiendan la verdad sin mala intención, sin un doblez, a veces quienes están cerca les es más fácil cerrar la mente, los ojos y los oídos para seguir con el Status Quo y no crecer, no seguir adelante, no expandirse. Por este motivo según los demás... Soy una maldita bruja. Soy todo lo malo que la sociedad piensa, una loca descarada y egoísta que solo piensas en sí misma y no es capaz de sacrificarse por su familia y sus hijos. Soy xenófoba inversa, odio las mujeres que hornean pastelitos y se dedican a demonizar a otras mujeres porque piensan, sueñan y creen en sí mismas, odio a las personas que juzgan sin pensar en el trasfondo del porqué, a las que son capaces de ver millones de problemas y ninguna oportunidad de aprendizaje, a las que no tienen el coraje de decir lo que piensan en el momento, aunque la ira les carcoma el Alma, colocando su mejor cara de póker para no quedar mal ellas mismas, prefiriendo mil veces comer la mierda que les molesta a bocados. Soy mala madre, puta, maldita bruja y xenófoba inversa... Soy tan solo un mujer que piensa.